
Esta especie de conífera es bastante común en tierras europeas y corresponde al tipo utilizado antiguemente para la fabricación de los famosos violines Stradivarius. Su longevidad se explica por el hecho de que es una de las especies capaces de clonarse a sí mismas, así, de las reservas de su raíz nacen nuevos tallos y tronco. Por otro lado, es capaz de adaptarse a los cambios climáticos, evolucionando de árbol a arbusto encogido sobre sí mismo.
La capacidad de adaptación de esta especie permite utilizarla para obtener pistas sobre los efectos del cambio climático en la actualidad.
El aumento de las temperaturas en verano de un grado en esta zona en el último siglo ha provocado que las píceas empiecen a enderezarse, abandonando su forma anterior e incrementando su altura, según Kullman.
Durante la investigación, que forma parte de un estudio sobre las poblaciones de árboles en Escandinavia durante la era del deshielo, se ha encontrado una veintena de píceas con más de 8,000 años de antiguedad, todas estas situadas en la cadena montañosa sueca situada entre Laponia y Dalarna.
Hoy, martes 29, otro interesante episodio sueco dio la vuelta al mundo:

Inicialmente hallaron 4,600 monedas, pero luego de reportar su hallazgo y con el apoyo de un grupo de arquéologos experimentados, totalizaron 7,000 monedas valuadas en aproximadamente US$ 266,000. A esto hubo que sumar algunas cuantas monedas inglesas y otras tantas de uso local.
Un historiador, indicó que estas monedas pudieron ser utilizadas para pagar impuestos a la iglesia por parte de los campesinos de la región.